Los chiflados
Que nuestros jóvenes escritores estén chiflados y sientan que conjuran al abismo en sus poemas no sólo es magnífico, sino necesario. Que supongan que lo publicado por ellos es literatura, también está bien. Que se crean mucho y sean temerarios, es condición indispensable de todo joven. Que se ganen becas, convoquen ataúdes de viejos escritores, es delicioso. Pero que sus maestros, vaya a saber porqué, no insistan en la literatura como una vocación de disciplina y curiosidad, de rigor y entrega, es pusilánime.
1 Comments:
Ah, es una buena descripción de cómo se comportan los jóvenes escritores, eh. Y que hay que aceptar esas posturas de ellos, porque son las típicas desde que entran a un taller literario. ¿Y qué hacen los coordinadores de talleres? ¿Acaso les insisten en que lean libros, o vean buen cine? En Monterrey no sucede mucho, pero al menos ya hay círculos de lectura y buenos ciclos de cine. Con hambre no nos quedamos, aunque nuestra ciudad todavía se sienta en medio del desierto. Saludos.
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